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Terapia Gestalt

La terapia humanista Gestalt es holística, polivalente, busca aumentar la consciencia sobre el hecho de estar vivos. Acompaña a la persona en el proceso de toma de consciencia de que está viva.

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Las sensaciones se imponen, cambian, permanecen más o menos tiempo, pero en lo cotidiano no prestamos demasiada atención al cuerpo. A pesar de que éste nos da un registro fidedigno de cómo estamos.

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El movimiento como herramienta.

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Integración, más que análisis. No descomponer sino ver cómo se puede integrar las rigideces, los dolores, los malestares, las polaridades.

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Hay que prestar ATENCIÓN. Con la confianza de que eso es suficiente.

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Mediante la AUTORREGULACIÓN entro en contacto con lo que me está pasando, me pongo en disposición de distinguir cuál es la principal necesidad que tengo en el momento presente. Saber lo que a uno le pasa no es lo mismo que estar en ello.

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Poder sentir las vibraciones, los temblores de mi cuerpo. 

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Wilhelm Reich hablaba de siete segmentos en el cuerpo:

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i. Ojos: el más primitivo. Se percibe mucho el miedo.

ii. Boca (mandíbula, lengua, labios): desde aquí se bloquea mucho: morder, chupar,

succionar, escupir

iii. Cuello: tragar, comer

iv. Tórax: las reglas del juego social nos piden rigidez (postura militar por ejemplo)

v. Diafragma: movimientos voluntarios e involuntarios, membrana que separa

pulmones del aparato digestivo. La respiración es el combustible para la

emoción y la fuerza. La respiración paradójica de los que quieren mostrar

fortaleza, valor, rudeza.

vi. Debajo del ombligo: punto de gravedad

vii. Pubis (perineo, zona genital): placer, descarga.

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