
La fórmula Duchamp

Mi polo femenino

Restaurant Panna II , Manhattan, New York @mariasaravia
Estamos constituidos por nuestras polaridades: ¿qué nos aporta nuestro otro polo de género?
Si fuese una mujer, ¿qué cambiaría en mi vida?
En el experimento de contactar con mi polo femenino me encontré con la experiencia de poder, de libertad. También me aportó liviandad por el derrumbe de la gravedad masculina y sus atributos. Me di cuenta como el cuerpo es arma y a la vez instrumento.
Elemento, por tanto, activo y pasivo. Sometimiento biológico y de género. Posibilidad de revuelta.
Si fuese mujer, mi vida cambiaría por completo. Un cambio radical en el que prácticamente no quedarían vestigios de los peores rasgos masculinos.
Visitar el polo femenino me abrió los ojos respecto de las incomprensiones y malos entendidos que persisten entre mujeres y hombres respecto de lo que es el amor, la comprensión, el diálogo y nuestras necesidades más elementales en el terreno afectivo.
¿Qué paisaje veo a la derecha y a la izquierda del camino?
A la derecha, el padre.
A la izquierda, la madre.
A la derecha, lo masculino.
A la izquierda, lo femenino.